Pícara sonrisa

... La que luce hoy la Luna.

(Puedes mirarla, no se va a romper).

(Aunque tus miradas sean rompedoras).

Mundo perfecto

Su avatar, de negro brillante, perfectamente a la moda de El Cyb de esa semana, paseaba por la avenida de brillante neón llena de exclusivos clubs virtuales.

La gente corriente, con sus avatares de baja resolución, parecía moverse a cámara lenta. Un mal dibujo de acuarela desteñida. Él se movía entre ellos como un semidiós, disfrutando del poder y las miradas de envidia. Mirad quien manda aquí, Chusma.

(Mientras tanto, en un oscuro almacén infestado de ratas, su cuerpo físico, famélico y sucio, olvidado de su dueño, iba muriendo lentamente, conectado a un equipo de última tecnología).

Precisamente hoy

Tres razones secretas.

Dos ojos que lo llenan todo.

Siete colores.

(Hoy, más que aullar a la luna, lo que apetece es invitarla a tomar algo).

Tormenta

Miles de pensamientos dan vueltas en mi cabeza.
Intuyo que todos ellos apuntan al mismo sitio.
Romper las cadenas que yo mismo me puse.
Alzar la mirada y perderme en ese mar.
Dejar de lado todo aquello que me frene.
Acabar empapado (tormenta en mi interior).

Miedo a la oscuridad

La que crece en mi interior

Morderme la lengua

Las palabras escapan por mi boca sin que pueda detenerlas.

Exceso de sinceridad...

(Curioso viniendo de alguien que es tan bueno engañándose a sí mismo).

Bajo la superficie

La luna brilla, preciosa, entre la bruma, iluminando las olas en los canales.

Él camina civilizadamente por esta civilizada ciudad, y nada lo delata: no desentona ni llama la atención.

... Pero basta rascar un poco para ver, acechante, a la Bestia.

El laberinto

Lleva ya mucho tiempo perdido dando vueltas, juraría que ha pasado por este sitio varias veces...

(En realidad, sin atreverse a confesárselo ni siquiera a sí mismo, ha visto ya tres veces la salida, pero se ha hecho el loco y ha preferido volverse a perder).