(No tan) bajo control

El mismo fuego arde en el fondo de su alma.
Aunque ahora sepa guardarlo un poco mejor.
Parece que ya consigue aparentar calma.
No es tan fácil ver en sus ojos el fulgor.

(Pero aunque ese control es algo que ha buscado,
y aunque es algo que se ha esforzado en aprender,
sueña con que el dragón salga, desatado,
y haga estallar en llamas toda tu piel).

Nada que diga bastará

A veces consigo que mis palabras plasmen fielmente lo que siento.

A veces no.

Simplificando

Es mucho más fácil de lo que parece. A veces basta con pedirlo, o basta con preguntar. Muchas veces ni siquiera eso es necesario, y sólo hay que dar un paso adelante y extender la mano.

Pero nos enredamos en mil reglas, prejuicios, prohibiciones e imposibilidades. Levantamos mil barreras, diciéndonos que están hechas de razones y motivos cuando realmente están hechas sólo de nuestro miedo.

Si lo quieres, ve a por ello.

Tormentoso

Necesito una tormenta.

Sentir cómo me cala hasta los huesos, cómo se lleva todo eso que da vueltas en mi cabeza, cómo retumba mi alma con cada trueno. Escuchar el sonido del agua al caer y bailar a su compás pisando charcos. Sentirme vivo.

(A lo mejor lo que necesito no es sólo una tormenta...).

Silencio

Que dice muchas cosas. Intenso. Que quema. Que eriza la piel, vistiéndola sólo de luz de Luna. Que envuelve, que arropa y que acompaña.

No digas nada. Sólo siente.

Premio

En el centro de un laberinto que está en un jardín secreto que se encuentra en el patio interior de un caserón de altos muros, cuya puerta (siempre cerrada, y guardada por un terrible ogro de un solo ojo) se abre a un inmenso desierto habitado tan sólo por el calor insoportable, la desesperación y el silencio. Ahí, precisamente ahí, hay un pozo profundísimo de heladas aguas, en cuyo fondo hay una caja cerrada con siete candados y protegida con siete hechizos de Magia Oscura.

Si cruzas el ardiente desierto, derrotas al ogro tuerto, consigues abrir la puerta o saltar los muros, encontrar el patio, llegar al centro del laberinto (preferiblemente recordando el camino de salida), llegar al fondo del pozo sin ahogarte ni morir de frío, recuperar la caja, deshacer los siete hechizos sin que la Oscuridad se apodere de tu alma y abrir o forzar los siete candados, encontrarás...

... Un vacío infinito.

(Y, cuando logres salir del caserón, el ogro, con una irónica sonrisa llena de afilados dientes, te deseará un feliz viaje de vuelta).

Sabiduría

A la Bestia no le importa lo sabia que eres.

Lo que le importa es tu sabor.

Puntos de vista

"El futuro no existe", dijo el pesimista, ese que últimamente siempre veía motivos para esparcir sus visiones apocalípticas y oscuras allá por donde iba.

"No. Pero existirá, y me aseguraré de que a mí me encuentre preparado", dijo el optimista con un brillo en los ojos y una sonrisa soñadora.

(Ese brillo en los ojos y esa sonrisa son mi regalo: vive; siente; nunca es suficiente).