"El futuro no existe", dijo el pesimista, ese que últimamente siempre veía motivos para esparcir sus visiones apocalípticas y oscuras allá por donde iba.
"No. Pero existirá, y me aseguraré de que a mí me encuentre preparado", dijo el optimista con un brillo en los ojos y una sonrisa soñadora.
(Ese brillo en los ojos y esa sonrisa son mi regalo: vive; siente; nunca es suficiente).
"No. Pero existirá, y me aseguraré de que a mí me encuentre preparado", dijo el optimista con un brillo en los ojos y una sonrisa soñadora.
(Ese brillo en los ojos y esa sonrisa son mi regalo: vive; siente; nunca es suficiente).