Invierno en el corazón

Nada puede calentar ese frío interior.

(Tampoco es que nada lo intente demasiado).

Casi todos los fuegos ya se han apagado.

Sinsentidos

Nunca lo sientas por sentir lo que sientes (si sientes, siente).

Y no lo sientas por no sentir lo que no sientes (no tiene sentido).

No se pueden elegir los sentimientos. Lo único que puedes elegir es lo que haces con ellos.

Presagio

En el horizonte, el humo negro se eleva, quizás huyendo del calor de las llamas. Al pasar junto al árbol del granero, un halcón emprende el vuelo. Un gato a lo lejos maulla, emitiendo un sonido casi humano.

Alguien más sabio sabría sin duda interpretar esos presagios.

Pero él no es sospechoso de ser sabio.

Se ciñe el cinto, ajusta la espada y marcha silencioso a la batalla.

Pequeñas cosas

Son cosas pequeñas, sin importancia, las que a menudo nos amargan la existencia. Las reliamos, amplificados, complicamos y envolvemos hasta que se hacen enormes y amenazan con aplastarnos.

Por suerte, otras veces cosas pequeñas, sin importancia (una sonrisa, una palabra, una canción) son capaces de hacer que la vida valga la pena.

Tú eliges...

En la noche

La noche es muy oscura y llueve a mares.
Acaban de cerrar todos los bares.
Tan sólo le acompañan sus soledades.
(Nunca le abandonan; son muy leales).

La Oscuridad le llama, seductora.
Esa Oscuridad que todo lo devora.
Suavecito, al oído, susurrando.
Pero él sólo sigue caminando.

(Ya respondió una vez a esa llamada;
Y ya no puede ofrecerle nada).

Removido

A pesar del ruido
(Que bastante ha habido)
Yo no me olvido

Dándolo todo
Por sentirme vivo.

Reajuste

Cuando empiezas a saber más por viejo que por diablo...

... Es el momento de ser un poco (o no tan poco) más diablo.

(Vive; siente; nunca es suficiente).

El límite

La situación es insostenible. Lo has dado todo, has puesto todo de tu parte, pero no lo quieren entender. Has llegado al límite. Es la guerra.

(Pero tenlo claro: al otro lado del conflicto, piensan que lo han dado todo, que han puesto todo de su parte, pero que tú no lo has querido entender).

(La diferencia, obviamente, es que ellos no tienen razón).

Difícil de afrontar

Intentas hacerte el loco. Fingir que no le conoces. Darle de lado. Ignorarle.

Sus problemas no son cosa tuya. Tú tienes las cosas mucho más claras. Eres una persona cabal. Nunca te verías en esas circunstancias ni te complicarías tanto la vida.

... Pero al final hay un día en que descubres que no puedes seguir huyendo de ese tipo del espejo.

Los besos de La Bestia

Encarnados. Descarnados. Carnosos. Encarnizados.

Y, por supuesto, carnívoros.

(¿O es que pesabas que La Bestia era vegetariana?).

Fuego encerrado

Un fuego intenso, poderoso, capaz de calentar el mismo corazón del invierno, de fundir los más grandes muros de hielo.

... Pero arde en una cueva inaccesible, enterrada en el fondo de una montaña, bajo toneladas de roca, donde ni las sombras recuerdan haber visto nunca un alma.

¿Hasta cuándo arderá, si descubre que lo hace en vano?

Musa

Puedo escribir un poema.
Sobre el fuego que me quema.
Con el tacto de la arena.
Sobre cómo arden mis venas.

Puedo hacer una canción.
Sobre el vuelo de un Dragón.
Que te llegue al corazón.
Quién sabe, quizás sea un don.

O puedo escribir un cuento.
Sobre aullidos en el viento.
Que rebose de talento.
... Pero sólo si lo siento.

(Así que ya sabes: ¡Hazme sentir!).

Paradojas

Cuanta más gente alrededor, más solo.
En plena ola de calor, helado.
Cuanto más pierde, más ganas de pelea.
En medio de la tormenta, soleado.

Nunca consigue acertar,
Cómo se debe sentir.
(Aunque tengo que decir,
Que no le acaba de importar).

El Gran Tesoro del Reino

Es el tesoro más preciado del Reino. La joya más valiosa. Dicen que tiene poderes mágicos, y que habló a los Padres Fundadores para decirles dónde debían construir la que hoy en día es la capital. Dicen que volverá a hablar para avisar cuando el reino esté en peligro.

Un tesoro tan importante debe estar bien protegido, y por supuesto éste lo está.

El Castillo de Vallealto es uno de los más bellos del reino, construido por el rey Harold el Arquitecto antes de su prematura muerte en la tristemente célebre campaña contra los Zakartas. Además de bello, es absolutamente inexpugnable, y nunca en sus mil años de historia ejército alguno ha logrado penetrar sus muros.

La cámara acorazada está excavada en la roca, en el corazón del castillo. Sólo el Rey tiene la llave (la lleva siempre al cuello), y sólo el Supremo Archimago puede desactivar unos segundos la intrincada maraña de hechizos para que la llave pueda usarse sin sufrir una muerte terrible y dolorosa.

En la cámara hay un cofre, decorado con delicados grabados en oro, pero con paredes de acero de dos palmos de espesor. Las siete cerraduras requieren cinco llaves y resolver dos puzzles endemoniados. Tres de ellas están protegidas con mortíferas trampas y, por supuesto, otra red de hechizos que convertirán en rana a cualquier intruso que no porte el amuleto adecuado (un anillo de Rubí que luce siempre en su mano el Supremo Archimago).

Nadie lo ha hecho en los últimos mil años, pero si alguien entrara en el castillo, desactivara los hechizos, usara la llave del Rey, pasara a la cámara acorazada, abriera los cinco candados y resolviera los puzzles sin hacer saltar las trampas ni convertirse en rana, en el fondo del cofre de acero encontraría una sencilla caja de madera. Al abrirla (en medio de un silencio reverente, como corresponde a la ocasión) se encontraría...

... Un vale, del puño y letra del propio Harold el Arquitecto, explicando que tuvo que empeñar la joya para pagar la campaña contra los Zakartas, y que la devolverá en cuanto regrese, victorioso y cargado de tesoros, de someterlos.

Ten cuidado

La Bestia ha roto las cadenas. Ha salido de su cueva, y busca carne que devorar.

Noches de fuego. Brillante oscuridad.

Mira bien por dónde vas.

Contradictorio

Nada que decir. Mucho que callar.
Queriendo marcharse antes de llegar.
Diciendo muchas cosas, pero sin hablar.
Sin darse permiso para dejarse llevar.

Fuego interior

Una hoguera ardiendo a la orilla del mar.

Y qué azul es el mar. Y qué grande la hoguera.

(El mar de sus deseos; la hoguera en su interior).

El límite

- Dime. ¿Cuántas veces ha de salir todo mal? ¿Cuántas has de chocar contra un muro y caer al suelo para que dejes de levantarte e intentarlo de nuevo?

Dolorido, con el cuerpo lleno de magulladuras y la cabeza dándole vueltas, se levanta tambaleante. Fija la vista en un horizonte que tan solo él puede ver y empieza a caminar mientras responde:

- Al menos, una más.

(Vive; siente; es verdad que nunca es suficiente).

Material de construcción

Ni piedra, ni ladrillo, ni hormigón.

El mejor material para construir muros es el silencio.

(Así que no dejes de decir las cosas que sientas).

Por las costuras

Es fácil que te pase desapercibido. Todo encaja más o menos, si no lo miramos con mucho detalle (la mayoría de la gente prefiere no hacerlo).

Pero si te fijas con cuidado, si vuelves la mirada cuando la realidad no se lo espera, verás que las cosas no encajan del todo. Que a veces no está del todo bien cosida.

... Y verás a los Monstruos burlándose de ti por las costuras.

Llamaradas

Fiebre abrasadora.
Un río de lava.
Esa mirada.
Gemas rojo ardiente.
Oscura llamada.

El día va a llegar

Tanto disimular
Mirando sin mirar.
Queriendo controlar.
Evitando pensar.

Un día va a explotar.

Y una vez de empezar.
Ya no podré parar.
(Ni lo voy a intentar).
(Y no nos va a importar).

Nos dejaremos llevar.

Muy distinto

No es lo mismo estar solo que soleado.
Perderse que estar perdido.
Ser sabio que ser sabroso.
Colorear que ponerse colorado.
Tener remordimientos que remorderte.
Tener sentido que sentir.
(O que  sentir, aunque no tenga sentido).

Volar no es caer con estilo.

Imágenes

Un cruce de miradas. Una sonrisa secreta. Un montón de monstruos que te atacan. Una barrera cerrada. Un bosque oscuro. Una flor en la vía. Un dragón encadenado. Una Bestia que aúlla. Una tormenta que nunca acaba. Un mar que te llama con el romper de las olas. Un abismo sin fondo.

Da miedo, sí. Pero da mucho más miedo dejar de sentir

Realidad virtual

Creemos que vivimos en una realidad común, pero cada uno vive en su propia burbuja, que cuando roza y se mezcla con las demás sólo deja pasar reflejos distorsionados.

Por eso lo que uno dice no es lo que el otro entiende.

Olla a presión

Se acumula sin remedio. No para de aumentar.

Las válvulas de seguridad no funcionan, y ya quedó atrás el punto sin retorno. Nada ya puede evitar que estalle.

¿Qué esperas para ponerte a cubierto?

Responsable

No para de decirse que es lo correcto. Es lo que debe hacer. La parte racional de su cerebro lo tiene muy claro.

Pero también sabe las consecuencias. Que deba hacerlo no significa que vaya a ser fácil ni agradable.

Cada vez más solo.

Regalos

La vida, que a veces puede ser tan cabrona, también sabe sorprendernos con regalos maravillosos en los momentos más oscuros (una rosa, una conversación).

Cuando la vida te haga un regalo, no te pares a pensar (si lo haces, tal vez pase de largo).

Vive. Siente. Nunca es suficiente.

Formas de mirar al abismo

Lleva tiempo preparándose. Ha ensayado mil veces en su cabeza. Ha fijado cuidadosamente el arnés de seguridad y revisado tres veces cada uno de los anclajes. Por lo que pueda pasar, lleva también un paracaídas de emergencia que ha plegado y comprobado con esmero. Cuando llega el momento, se acerca al borde con paso seguro y confiado. Siente la llamada, sí, pero seguro que puede mantener el control.

No lo tenía previsto. Iba pensando en sus cosas y de repente se ha encontrado justo al borde del abismo. Siente el miedo, sí, pero también la llamada. Sólo se asomará un poquito, para saber qué se siente.

Ganas de pelea

Está recibiendo una paliza tremenda. Los golpes se suceden en una lluvia continua. El público ha enmudecido, sobrecogido, y en su rincón están pensando si arrojar la toalla. Arrastrando los pies, con la guardia baja y la mirada perdida, empieza a tambalearse.

Pero, de pronto, sus ojos se enfocan y sus labios amoratados se abren en una sonrisa provocadora. Sus pies de nuevo bailan ágiles y ahora contraataca, respondiendo a cada golpe.

Mira a los ojos al destino y le dice que aún tiene ganas de pelea.

Mejor hoy

A ver: siendo sincero, la verdad es que no he sido demasiado bueno.

... Pero aún así, si me vais a traer algo, mejor que sea hoy.

(En este año pienso ser mucho más malo).