Lleva tiempo preparándose. Ha ensayado mil veces en su cabeza. Ha fijado cuidadosamente el arnés de seguridad y revisado tres veces cada uno de los anclajes. Por lo que pueda pasar, lleva también un paracaídas de emergencia que ha plegado y comprobado con esmero. Cuando llega el momento, se acerca al borde con paso seguro y confiado. Siente la llamada, sí, pero seguro que puede mantener el control.
No lo tenía previsto. Iba pensando en sus cosas y de repente se ha encontrado justo al borde del abismo. Siente el miedo, sí, pero también la llamada. Sólo se asomará un poquito, para saber qué se siente.
No lo tenía previsto. Iba pensando en sus cosas y de repente se ha encontrado justo al borde del abismo. Siente el miedo, sí, pero también la llamada. Sólo se asomará un poquito, para saber qué se siente.