15 dic 2011

La estatua del parque

La estatua del parque ve muchas cosas. Sobre todo por la noche, después de que las verjas se hayan cerrado: animales que no deberían existir en esta ciudad, parejas de enamorados que se cuelan a escondidas...

Desde que puse la cámara (para un trabajo de clase; no es estrictamente legal, pero tampoco está claramente prohibido, ¿no?) he visto las cosas más sorprendentes.

Pero lo de hoy se lleva la palma... Todos esos zumbados, con su ropa extravagante (algunos parecían del siglo pasado), concentrándose alrededor de la estatua. Parecían salidos de una mala peli de vampiros. Creo que uno, el del peinado raro, ha visto la cámara...

... El frío me despierta. No recuerdo cómo me quedé dormido... Me duele la cabeza y tengo náuseas. Noto algo pegajoso en la cabeza. ¿Por qué no puedo tocármela? ¡Estoy atado! ¿Dónde estoy?

(Mientras el pánico me invade, me doy cuenta de que estoy atado a la estatua del parque; el tío del peinado raro se acerca sonriente; puedo ver sus enormes colmillos; absurdamente, me fijo en que la cámara sigue funcionando; todo se vuelve oscuro).