28 abr 2016

Renaufragando

La noche era oscura. El náufrago estaba desesperado. El frío le atenazaba y no creía que pudiera nadar ni un minuto más. Podía sentir algo enorme nadando a su alrededor.

Justo cuando estaba a punto de rendirse, al dar una brazada su mano encontró algo. Era una balsa. Trepó a ella con sus últimas fuerzas y se permitió recuperar un poquito de esperanza.

Ahora la balsa empieza a hundirse.