29 sept 2019

A la caza de la Bestia

La noche era oscura y fría. La niebla no dejaba ver a diez pasos y calaba hasta los huesos.

La compañía avanzaba con gesto hosco y en silencio. Eran hombres duros, pero el miedo casi se podía palpar. Aunque eran una partida de caza, sentían que ellos eran la presa.

Se descubrió pensando si alguna vez volvería a estar seco y caliente.

De pronto, de entre la niebla surgió un aullido que le heló la sangre. Antes de escuchar el primer grito ya sabía que aquél sería su final.