Hay una sala, en el cruce de todos lo mundos. Es una sala enorme, y tiene mil puertas todas diferentes.
Unas que se abren, otras que se cierran. Cada una lleva a un camino diferente, y nunca vuelven a abrirse en el mismo lugar.
Cuando eliges una, no hay vuelta atrás: se cerrará en segundos y nunca podrás volver al mismo lugar.
(Pero descuida: he dejado el pié en el quicio de la puerta, como un mal vendedor de enciclopedias).