31 ene 2012

Fachada

Camina por la ciudad llena de gente. En su oficina, conversa animadamente con sus compañeros en el café. En el metro, cruza miradas con quienes coinciden con él en el vagón.

... Pero sabe que son todos robots, que se desconectan cuando él ya no puede verlos. El mundo no es más que un inmenso decorado en el que se representa esa mala serie sobre su vida.

(Lo que últimamente le intriga es saber si habrá alguien al otro lado viéndola, y empieza a plantearse maneras de hacer aumentar la audiencia).