3 dic 2013

Fuera de sitio

Era el mejor cazador de dragones que nunca hubiera existido. Su valor, astucia y destreza (no sólo con la espada, sino también con la palabra: los dragones son astutos y taimados) le convertían en el sueño de cualquier rey de un reino asolado por una de esas bestias.

El lado más mundano de sus habilidades le hubiera servido también para ser un inmejorable cazador de dinosaurios. Ni el más terrible de ellos hubiera podido plantarle cara.

... Pero hace ya mucho que los dragones dejaron esta tierra en busca de otra con más magia, y los dinosaurios están extinguidos según parece, así que se gana la vida en una oficina, haciendo informes de tendencias en cotizaciones de bolsa.

(Eso sí: tiene su mandoble escondido bajo la mesa del ordenador; uno nunca sabe cuándo puede surgir la oportunidad de ser un héroe).