1 mar 2015

Corazón oscuro

El palacio era uno de los edificios mejor guardados de la ciudad. Sus muros eran altos y estaban hechos de una rara piedra, traída de los confines del mundo y tratada con una poderosa magia que los hacía prácticamente imposibles de escalar. Doce guardias de élite lo vigilaban a todas horas, dos de ellos eran ogros. Sanguinarios sabuesos andan sueltos por sus jardines desde que cae la noche. Circulaban mil leyendas sobre los tesoros que albergaba.

El reto ideal para un Maestro Ladrón.

Trepó el muro imposible de trepar. Burló a los guardias de élite (consiguió que uno de los ogros devorase al sargento), Durmió a los sabuesos sanguinarios con una flauta mágica y se adentró hacia el corazón del palacio.

Cruzó salones, alcobas y una biblioteca, y llegó finalmente al Jardín Secreto que se hallaba en el centro mismo del edificio. En él, bañada por la luz de la luna llena, se hallaba la flor más bella que se pueda imaginar: el Corazón Oscuro. Lo que había venido a buscar. Sólo tenía que arrancarla y salir con ella, y la poderosa Magia de la flor le daría suerte y fortuna para siempre.

Mucho más tarde, en el rincón más oscuro de una lúgubre taberna, en sus manos un vaso de un vino mediocre, un Maestro Ladrón que seguirá sin tener demasiada suerte ni fortuna sonríe para sí. Era tan bella...